es un presagio violeta
una orquídea abismada como una sombra transmigrante
un alma de estero telegráfico que levita para ser un cisne
uniendo todas las galaxias en un tácito rumor rojizo de espectrales frutas
pensadas como suspiros giratorios
el plañir de las plazas nevadas
prados de arpas en el lugar donde juegan los antílopes
florecidos
en trance resguardado tanto
por las paredes de preguntar y la mañana como una túnica
en su inmensidad de mínimo fulgor ultrasonoro
ella es su propia corola
Francisco Garrido 2009
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1 comentario:
frank, me gusta cuando decís ella es su propia corola, nada mas.. gracias.
francina
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