la pregunta
es esa puerta desnuda
fulgor inerte
que vislumbra sus raíces
inmemoriales
amalgamadas
al silencio
de los cuencos lunares
con descalzos jardines
que dormitan
entonces
ahora
que yo
donde yo
mi alma
en la savia inmaterial
de las piedras
en la sombra
del dromedario
en la corteza del ensueño
al exudar demencia
en el océano
que no habla.
FRANCISCO GARRIDO abril 2006
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