miércoles, 1 de septiembre de 2010

George Russell, Electronic sonata for souls loved by nature (1969) (a 320 kbps)


mañana un bello comentario, hoy, disco.
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hoy es mañana
el comentario no es bello, antes de comenzar voy a nombrar a Stockhausen, a Berg, a Cage, y decir que los adoro (personalmente a Alban y a Bartok, a Bill Evans que compartió su arte y su vida con George Russell, a Boulez, y por no nombrar más...)
Cuando se redacta una reseña sobre un disco es casi inevitable hablar de estilos o comparar el disco con otros discos para establecer analogías, y la reseña se supone que es un gesto amistoso para recomendar o regalar como en el caso de éste blog la música anticipándola o anexándole palabras.
Pero éste disco no permite demasiado el estilo analógico sin metáfora. Así que es ésto o conseguir el teléfono de Celeste Cid (for me and my monkey):
La sonata electrónica para almas amadas por la naturaleza comienza con un riff de contrabajo en el primer evento, un riff que perfectamente le podría caber de base a un tema de Hendrix o del rock de esos años y aún relevadamente: éstos, siempre que sepan tocar... enseguida la electrónica se hace presente con acordes plagados de armónicos o conformados por ellos, el piano insiste con dos acordes mientras aparecen los vientos haciendo la primera melodía octavada la cual remite al jazz de esa época con un aire de mansedumbre que probablemente insinúen el piano y la base de contrabajo que permanecen insistiendo firmes. Luego la improvisación sobre la melodía conforma un corpus freejazzero, con sonidos específicamente intercalados, me asombran los armónicos, lo agudo en los intersticios,
la electrónica descansa sobre el inicio del evento dos, un paisano lo pensaría en términos de un teléfono sonando pasado por un agujero negro, un paisano físicocuántico; así los primeros acordes escritos como antes las cuerdas o los vientos, pero sonidos novedosos para el que se atiene a los instrumentos clásicos o de uso común aún en la actualiadad, el 99 por ciento de la música cotidana.
En el evento tercero se vuelve a sumar el bajo haciendo tiempos marcados pero erráticos, la batería se lanza a jugar más osadamente y los vientos y la electrónica también danzan ya en otro ritmo de la naturaleza o de las almas amadas por ella.
La sucesión al cuarto episodio es también fluída, con un acorde casi estático como obertura puramente electrónico, y en seguida piano y saxo sobre ese bello colchón tocan una balada nacida de ese mismo substrato y planeada como una serie de acordes en modo lidio-cromático, batería y bajo, es decir la tonalidad planteada como acordes con séptima mayor y alteraciones eventuales en los otros intervalos construídos sobre una temática tonal que se hace modal pero sólo en éste particular sistema, así acompañan tenuemente.
Quinto episodio: más espacial en sentido cósmico, otra intro electrónica con armónicos y en seguida otra melodía a cargo de los vientos y el cuarteto de instrumentación más tradicional jazzera, con linda experimentación rítmica muy sincopada, es el segundo motivo melódico tradicional que aparece en la obra, de nuevo seguido de improvisaciones sobre ese acorde cambiante solo en el estilo de cambios, tonal, ideado por Russell en su método lidio-cromático (insisto) con intervalos de acordes electrónicos y altibajos en los decibeles.
La tonalidad cede ante la ebriedad de la tensión armónica, lo modal se percata y le echa una mirada excitada.
El sexto evento consiste al parecer en darle más libertad (o lo así declamado con el término "free" antepuesto a lo llamado jazz) a toda la orquestación, anticipado por el final del quinto que lo evoca ya, pero aquí hay acordes electrónicos más presentes y éstos se arpegian en armónicos más firmemente que antes; un walkin bass sobre ello nos pone claramente ya en un disco original y a mi parecer no parecido a nada y todos los instrumentistas se lanzan sobre ello intensamente.
Aquí hay una sorpresa, una magia eventual.
Por eso es que les debo el resto de los eventos ya que así a éstos los percibí yo, pero es de una subjetividad tan placentera que no tiene caso darle más palabras a la obra.

Sólo queda comentar acaso que el segundo track del disco que contiene el resto de las partes de la obra, la cara dos del original LP, está afectado por la música oriental y étnica del mundo, además interviene la voz humana hablada en varios idiomas y el patrón es más rítmico, quiero decir que el ritmo te lleva, en palabras simples. Además aparece un solo de guitarra eléctrica que asombra muy al principio, luego su mera interrupción, después un piano en un ritmo latino anuncia otra melodía cercana al latin jazz, más aún breves reminiscencias al blues y al jazz de los 40´s pero tratado modernamente, y en definitiva si leyeron éste moño de reseña, éste nudo, masomenos comprenderán, de lo que va la obra, después hay wah wah´s, etc, no sé qué le falta... Celeste Cid? no, la mujer no está ausente en todo ésto, y no se trata de la que puede ser convertida en trivial así nomás acaso por genuino talento hedónico balbuceante; un ascetismo de santo se yergue (ver bien en qué consisten los santos y los santónes); escuchen y opinen, si se la bancan, durando aproximadamente 50 minutos y un poco más!
un genio como Russell o como cualquiera, pero sobretodo un respetuoso (idea mía), no admite reseñas, abdico de todo lo anteriormente comentado o en todo caso lo refiero a modo de anécdota.
saludos.
Manuel Martinicorena.

otras obras:

http://theuniversalmindof.blogspot.com/2009/04/george-russell-new-york-ny-1958-1959.html

http://theuniversalmindof.blogspot.com/2008/10/george-russell-jazz-in-space-age-1960.html

http://theuniversalmindof.blogspot.com/2008/11/bill-evansgeorge-russell-living-time.html

gracias.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.mediafire.com/?50udbvl9mb9tul6

Anónimo dijo...

Master, el disco de Le mans "aqui vivia yo", si lo tenes en flac o en 320 subelo!, muchas gracias :) tu blog la rulea

Francisco dijo...

lo subooo

Francisco dijo...

aguante George Russell, mi vieja y el cosmos!

Anónimo dijo...

Bueno, me quedo con el comentario, porque el teléfono de Celeste Cid, lo vengo buscando desde hace cerca de 10 años, y nada...

giorgio dijo...

Bueno,mirá en otra entrada te agradecí el trabajo que t has tomado en estos años y no supe que decir para demostrarte mi agradecimiento,ahora ya lo se,pero ,vos sabes,el fono de Celeste me da no se qué dartelo.es algo asi como celos,perdoname hermano!